Situaciones externas Olores desagradables, corporales, o del ambiente. El sexo es, sobre todo, una fiesta de los sentidos. Presencia de otras personas o seres (animales, por ejemplo). Estar preocupados por si nos escuchan o nos ven, puede enfriar cualquier situación sexual. Presiones con respecto a los tiempos o las conductas sexuales. Es muy incómodo cuando un hombre pregunta cada cinco minutos, "¿estás a punto, ya vas a acabar?” O dicen; “ya estoy a punto, mira que me voy..." |
Los orgasmos femeninos, en estas ocasiones, brillan por su ausencia: a mayor presión, menor fluidez. A veces los hombres están tan preocupados por el orgasmo de sus compañeras, que presionan sin darse cuenta.
Lo mismo ocurre con la exigencia respecto de la erección o incluso la eyaculación. Muchas veces, esto responde a una presión interna por sentir "lo estoy haciendo bien". La clave pasa por respetar el tiempo del otro, sin presionar, sino acompañando.
Situaciones internas
La dificultad de estar presente en el momento. Al pensar en cualquier otra cosa (y expresarlo verbalmente es peor todavía) el encuentro se convierte en desencuentro, y aunque la desconexión, aunque no sea verbalizada, si la otra persona es muy sensible, se percibe. Y puede desencadenar un “fracaso”.
La inseguridad genera distancia y deserotiza. A todas nos gusta estar con una persona que se siente segura de sí misma y nos hace sentir seguras. Al disfrutar lo que tenemos y hacernos amigos de nuestras posibilidades habrá mayor probabilidad de éxito.
Cansancio. El cuerpo muy difícilmente responda si está cansado. Con un alto nivel de agotamiento, no solamente no tendremos ganas de hacer el amor; además es poco probable que se produzca la erección.
Falta de disposición emocional. Una de las situaciones que más desencuentro produce es la negación de sentimientos conflictivos que puedan estar produciendo distancia. En las mujeres, el enojo impide la apertura a la sexualidad. Primero es necesario resolver la situación para poder llegar al sexo.
En ocasiones, algunos hombre ven el sexo como la forma de reconciliarse, pero para una mujer es importante la reconciliación a través de la palabra para después llegar al sexo.
En el caso de los hombres, si tienen una preocupación suelen necesitar primero tiempo (a veces en soledad) para resolverla y luego pueden acceder al encuentro erótico.
Es fundamental preguntarse antes del encuentro sexual ¿Esta persona me gusta? ¿Me resulta agradable su olor, su actitud, la forma en que se me aproxima? ¿Cómo estoy hoy? ¿Qué necesito para sentirme en armonía?
No hay comentarios:
Publicar un comentario