Fetichismo sexual II

En cuanto a la adoración del calzado es significativo que te de igual que sean de tacón o no, ni el tipo de piel ya que para el fetichista "al uso" le gustan de alto tacón y una piel suave que se adapta a la forma de su pierna y/o pie. Por lo que en este caso realmente es como bien dices el gusto por la dominación/sumisión donde tu juegas el papel de sumiso y puede ser altamenta gratificante cuando la otra parte juega bien el rol de dómina.

Esta apetencia sexual, este juego, es más común de lo que se piensa pero desgraciadamente todavia hoy, se sienten tabues este tipo de relaciones sexuales. Por este motivo lo mejor que se puede hacer es antes de empezar el juego, hablar abiertamente con la pareja de la forma más natural posible y llevarla a la curiosidad sobre ese juego.

El sumiso en este caso, tiene que tener la habilidad de excitar a la pareja en los preambulos para que, cuando se llegue a esa parte del juego dominación/sumisión la pareja tenga asumido el papel de dómina.

La excitación de los dos está asegurada.

En cuanto al fetichista del pie, se excita al tocar, acariciar, chupar, oler, lamer, besar o castigar cualquier parte del pie de otra persona.

Una teoría defiende que las curvas del pie recuerdan a otras curvas del cuerpo, como por ejemplo las caderas femeninas (de ahí que la mayoría de fetichistas sean hombres).

Por esta misma razón les excite ver imágenes de mujeres andando descalzas ya que deja ver las curvas del pie.

Otra teoría se encamina hacia que los pies de otra persona están normalmente escondidos, como los genitales masculinos o los pechos femeninos. El descubrir los pies podría producir una excitación igual que lo harían los senos.

 

La cultura de la seducción a través del objeto-adoración, ha creado una subcultura de mujeres que promueven el fetichismo del pie en sus parejas masculinas. Se excitan cuando se los besan o se los masajean, por lo que promueven un comportamiento seductor basado en sus pies (uso de zapatos sin medias, lacas de uñas llamativas, tobilleras, anillos podales, sandalias provocativas, etc.)