9 de septiembre de 2010

Preparación para una buena relajación


Antes de empezar cualquier técnica de relajación debemos saber que lugar es el más indicado, preparar el ambiente y colocar nuestro cuerpo de forma que la relajación sea lo mas efectiva posible. Estas son las medidas que debemos adoptar.




Buscar un lugar tranquilo. Puede ser el dormitorio encima de la cama o tumbados en el suelo protegiendo nuestro cuerpo con un aislante como los que se usan para hacer gimnasia.

Es conveniente apagar el móvil y si es posible, descolgar el teléfono.

Si hay alguien en casa, pedirle que no entre en la habitación durante el tiempo que dure la relajación. Si no quedara más remedio, que no abran la puerta de forma brusca.

La temperatura ambiente es importante. No se puede hacer bien una relajación con temperaturas extremas. Dejar la habitación en semipenumbra.

La ropa ha de ser cómoda sin nada que apriete ninguna parte de nuestro cuerpo.

Es importante que la práctica de la relajación se haga, en medida de lo posible, a la misma hora. De esta forma el cuerpo y la mente se habitúan al horario elegido lo que facilita mucho la relajación.

La mejor postura es tumbado sobre la cama con el cuerpo recto. Dejaremos los brazos extendidos a lo largo del cuerpo. Las piernas ligeramente separadas y con los piés ladeados.

Gira el cuello suavemente hacia derecha e izquierda y después céntralo sin forzar.

La boca ha de estar cerrada pero sin tensión. No dejes que choquen los dientes y afloja la mandíbula.

Cierra suavemente los ojos y no fuerces la respiración.

En cuanto al tiempo de duración de la relajación lo ideal es que, al principio no sobrepase los quince minutos.

A medida que se vaya practicando la relajación podemos ir aumentando este tiempo.

En un próximo post comentaré como debemos comenzar a relajar nuestros músculos.

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