6 de octubre de 2010

Fitnness mental


Dúchate con los ojos cerrados: serás capaz de sentir mejor todas las sensaciones y olores.
Cuando tengas delante a alguna persona, retira la vista y trata de recordar cómo va vestida. Cuantos más complementos seas capaz de recordar, mejor. Puedes también realizarlo, por ejemplo, en el autobús: fíjate en una persona y, mirando hacia otro lado, trata de hacer inventario de todos los detalles que llevaba.

Acude a hacer la compra a un mercado rural y no lleves lista. Tienes que tener un espíritu de exploradora y preguntarlo todo: la situación de los campos, las cosechas o, incluso, pídeles recetas.


Ponte tapones en los oídos cuando desayunes con tu familia. Observarás los gestos con mayor atención y tendrás que entender lo que dicen observando sólo su expresión no verbal. Incluso la comida tendrá más sabor, porque al cegar uno de tus sentidos, los otros reciben más estímulos exteriores.

Coge frases de una noticia y cámbiales el sentido. Por ejemplo, si lees el titular: "El gobierno de EEUU retira sus ejércitos", puedes sustituirlo por: "El gobierno jubila a sus ejércitos". Desde luego que resulta chocante ¿no? Te divertirás mucho.

Rompe tu rutina para conseguir nuevos caminos neuronales: elige tu ropa por su tacto; huele nada más levantarte, por ejemplo, romero para dejar de asociar el café a tu despertar; cepíllate los dientes con la mano contraria a la que lo haces habitualmente; desayuna algo distinto, etc.

Lee una novela en alto con tu pareja. Es bueno realizar turnos de una media hora para no cansaros. No utilizas las mismas capacidades cuando escuchas que cuando lees en silencio.

Abre las ventanas del coche cuando conduzcas y fíjate en la cantidad de sonidos y olores que te pasan inadvertidos normalmente.

No te pierdas ni un sólo día el periódico. Leer las noticias, aparte de darte un bagaje cultural, ejercitará tu memoria.

Une conceptos. Cuando tengas que recordar algo, intenta buscarle algún concepto asociado. Por ejemplo, si tienes que comprar comida para el gato y regar las plantas, visualiza a tu gato destrozando las macetas. De esta forma consigues tener varios hilos de los que tirar a la hora de evocar un recuerdo.

Recuerda cada noche lo que has hecho durante el día, paso a paso: levantarse, ir andando a la cocina, encender la cafetera, abrir el armario, sacar una taza.

Seguro que, al principio, te dejas muchas cosas pero, poco a poco, cogerás práctica. Además, algunas personas utilizan este método como el de contar ovejas, para intentar dormir.

2 comentarios:

  1. Muy buenos consejos, menos el de ducharme con los ojos cerrados, tengo vértigo y me puedo caer, intentaré hacer los demás.

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  2. Si no puedes cerrar los ojos, intenta mirar hacia un punto donde no haya nada que te distraiga. El resto intenta hacerlo y ya veras que bien te viene.

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