6 de septiembre de 2010

Herramientas indispensables en el hogar

En los tiempos que corren, en los que hay que estirar el euro hasta el límite, el abordar nosotros mismos pequeñas reparaciones en nuestro hogar puede suponernos un ahorro importante al año.

No obstante, como cualquier empresa que se desee ejecutar, necesitaremos efectuar un desembolso inicial para adquirir las herramientas, digamos universales, para llevar a un feliz desenlace nuestros trabajos.

 La elección de herramientas adecuadas, no sólo nos permitiran abordar correctamente nuestras "chapucillas", sino que también nos permitirá ejecutarlas con seguridad, evitando accidentes indeseables.

En el mundo de la herramienta hay una única premisa:  Lo  bueno es caro.

Esto se traduce en que debemos desconfiar de esos maletines baratos de las tiendas orientales, y deberíamos acudir al lugar adecuado, la ferretería.


Lo ideal es adquirir un maletín básico que contenga como mínimo:

  • Un juego de destornilladores de punta plana y de estrella.
  • Alicates Universales.
  • Alicates de Corte.
  • Alicates Extensibles.
  • Tenazas.
  • Un juego de llaves fijas.
  • Un juego de llaves Allen.
  • Un juego de llaves de tubo.
  • Llave Inglesa
  • Cutter.
  • Metro.
En siguientes artículos os iremos mostrando como son, su utilización y también su conservación.

Evidentemente con nuestro flamante y recién estrenado maletín no podremos hacer todo, necesitaremos, para ciertos trabajos, herramientas más complejas como taladros, aparatos para medir corriente, etc.


Mi consejo es que no los adquieras en previsión, sino que lo hagas a medida que surge la necesidad.

Piensa que si llamas a un trabajador porque necesitas colgar un espejo o una estanteria por ejemplo. Con lo que te va a cobrar por mano de obra y desplazamiento, puedes adquirir un taladro aceptable que te servirá para colgar todos los cuadros que desees.

De ese modo poco a poco te irás haciendo con un equipo de herramientas con el que podrás solventar sencillas averías y reparaciones en tu hogar.

No obstante debes seguir siempre una premisa fundamental, y es evaluar siempre tu capacidad a efectuar un trabajo y si puedes acometerlo con las necesarias medidas de seguridad. En caso contrario pon tu problema en manos de un profesional.

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